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Capítulo 5: Cómo planificar la celebración: Comida, flores y celebraciones

CONTENIDO

Capítulo 5: Cómo planificar la celebración: Comida, flores y celebraciones

Por Laurel Kearns, Julia Cade, David Pascale, Alexander Jacobs, Heidi K. Roy

Introducción

Durante el tiempo en el que mi esposo y yo estábamos en medio del ajetreo de los planes de la boda, jamás imaginé que algún día podría decir que valió la pena. Lo único que deseaba era que todo terminara de una buena vez. Muchas personas me confesaron haberse sentido de la misma forma durante la planificación de sus bodas. Desafortunadamente, confesaron conservan muy pocos recuerdos del evento --"¡todo sucedió tan rápido!". Me siento feliz de poder decir lo contrario. Mirando hacia atrás todavía conservo muchos recuerdos hermosos. Para mi sorpresa, nuestra boda resultó ser un evento verdaderamente memorable y trascendental en nuestras vidas. En medio de toda la conmoción y las interminables discusiones, detalles, y listados, nos habíamos olvidado que una boda debe ser un momento para regocijarse y compartir. Debe centrarse en ese deseo que la pareja tiene de comunicar a todos públicamente que unirán sus vidas para compartirlas, tanto en la alegría como en la tristeza. Fuimos afortunados, pues nuestra boda resaltó el verdadero significado, gracias a la ayuda de algunas amistades y a la sabiduría de los miembros de nuestra comunidad de fe.

En conjunto con otros "expertos" en la materia, deseo compartir con ustedes algunas ideas que podrán tomar en consideración y les ayudarán para que la suya no sea una mala experiencia. Es posible que hayamos olvidado algunos aspectos que para ustedes sean cruciales de acuerdo a sus planes; pero tenemos la esperanza de que los diversos aspectos que hemos de mencionar a continuación les estimularán a pensar de forma creativa. Comenzaremos con algunos puntos generales, para más adelante dar un vistazo a temas específicos relacionados con la ceremonia y la recepción. Si están considerando celebrar una boda "alternativa," es probable que hayan meditado largamente acerca de sus sentimientos con relación a una boda tradicional. El tener claras las cosas que no desean ni les agradan, y el por qué de estos sentimientos, les ayudará grandemente. No obstante, no subestimen las aportaciones que puedan hacer las personas que les rodean en torno a su visión de las bodas tradicionales.

Presiones culturales

Como parte de nuestra cultura, se nos han vendido (utilizamos la palabra "vendido" de forma deliberada) una visión que es constantemente reforzada. Cuando comiencen a planificar su boda se darán cuenta de la existencia de una fuerte "industria nupcial," la cual concentra todas sus fuerzas para promover las bodas pomposas. Un estudio publicado en la revista Forbes en el año 1991 indicaba que en los Estados Unidos se gastaron $32 billones de dólares en bodas durante 1990; esto es el doble de la cantidad que se gastó en la década anterior. En 1990 el costo promedio de una boda era de $19,000 dólares. Por lo tanto, en cada esquina encontrarán gente que querrá hacerles comprar ropa costosa; otras que les alentarán a gastar muchísimo dinero en las invitaciones, flores, comida, localidades, y muchas cosas más. Yo me sorprendí de la constante presión que hay para gastar dinero. No permitan que su boda se convierta en una analogía de la Navidad, que es cuando las presiones para gastar dinero con el fin de hacer "felices" a los demás nos hacen sentir miserables. Posiblemente tendrán que trabajar duro para encontar aquellos servicios que se amolden a su visión particular, pero no olviden que, a fin de cuentas, ustedes son los "compradores". No necesitan comprar la visión que la sociedad consumerista quiere venderles. Más aún, no necesariamente tienen que comprar, sino que pueden buscar algunas formas alternativas para celebrar este acontecimiento.

A la luz de las increíbles presiones que rodean las bodas, el mejor consejo es que sea sencilla. Establezcan un presupuesto tan pronto comiencen a planificar y sujeten los gastos al mismo. Si por alguna razón, los gastos en alguna área exceden la cantidad presupuestada, reduzcan esa misma cantidad en alguna otra área. Recuerden que los lujos y adornos en realidad no aportan nada al aspecto fundamental, es decir, a las emociones y los sentimientos del evento.

Presiones por parte de familiares, amistades, y proveedores de servicios

Tal vez no necesitemos advertirles que, muchas veces, nuestros familiares y amistades tienen un "interés especial" en lo referente a esa boda tradicional. A la misma vez que es la boda de ustedes, también es la de ellos en ciertos aspectos. Con frecuencia, las familias ven las bodas como eventos sociales o de status, en los cuales demuestran a la gente cuánto "aman" a su hijo o hija; o le devuelven algún favor a sus amigos y compañeros de trabajo; o le demuestran a los demás familiares y a la comunidad la clase de evento que son capaces de organizar. Aunque esto puede parecer desagradable o exagerado, deben estar al tanto de los muchos aspectos que pueden crear presiones familiares en este tipo de eventos. Muchas veces, los padres y otros familiares desean que sus hijos tengan la boda que ellos no pudieron tener, por cualquiera que haya sido la razón. En otras ocasiones, intentan recrear los momentos de nostalgia de sus propias bodas. Algunas amistades dan por sentado que serán parte del séquito nupcial, y se sentirán decepcionados cuando la pareja decida no tener acompañantes o reducir el número.

Si bien esto puede llevarles a tener conversaciones difíciles, dialoguen de forma extensa y tranquila con los miembros de la familia y los amigos cercanos acerca de sus expectativas y deseos; descubran las razones por las cuales ciertas cosas son importantes para ellos. Les ayudará mucho el saber de antemano quién podrá mostrar algún resentimiento y por qué. Algunas cosas no son tan importantes como para ofender a un ser querido. Del mismo modo, aclaren que ésta será su boda y que no necesariamente habrán de concederles todos sus deseos. Si logran que las personas comuniquen sus sentimientos en las etapas iniciales de la planificación, se podrán evitar mayores discusiones a medida que se acerca la fecha. Del mismo modo, tendrán la oportunidad de tomar decisiones más acertadas.

Piensen en todas aquellas tradiciones que se espera que haya en las bodas --el brindis, el lanzamiento del ramo, el vals, etc. Decidan cuáles de estos aspectos desean incluir en su celebración y cuáles no. Una vez que hayan decidido los detalles de la boda, sean claros con respecto a sus planes con sus familiares y con las personas que proveerán los diferentes servicios. Muchas veces, los proveedores de servicios que se contratan asumen que todas las personas son iguales y querrán ayudarles a celebrar una boda como las que todo el mundo celebra. Si no toman el tiempo suficiente para pensar en los detalles, en el último momento alguien querrá y estará esperando que hagan algo que ustedes no planificaron. En nuestro caso, no deseábamos cortar el pastel y darnos a probar un pedazo el uno al otro; pero olvidamos hacérselo saber a los demás. Afortunadamente, el niño de una amiga salvó la situación cuando nos pidió el primer trozo de pastel. De modo que, no se compliquen tanto con los detalles de modo que pierdan de vista el evento en toda su magnitud. Muy pocas personas notarán que no todo estuvo perfecto; tampoco se darán cuenta de las cosas que olvidaron. El preocuparse demasiado por cada detalle arruinará el evento.

Delegación de responsabilidades

Lo más importante es el delegar responsabilidades. Organicen un comité de amigos y familiares que les puedan ayudar. Permítanles que indagen, planifiquen, y realicen ciertas tareas. Mientras menos preocupaciones tengan, más podrán disfrutar del evento. Muchas personas estarán sumamente dispuestas a cooperar para evitar que ustedes estén tan agotados que no puedan disfrutar de su boda a plenitud. Organicen un grupo que se encargue de los diferentes detalles el día de la boda. No deben planificar estar ustedes mismos a cargo de la coordinación de las actividades ese día. Al delegar responsabilidades tendrán más tiempo para sí mismos. Pueden tomar un masaje para eliminar las tensiones, dar un paseo a pie, o tomar un baño caliente. Dediquen tiempo a meditar tranquilamente y desayunen con algunas pocas personas que les ayuden a mantenerse serenos y enfocados.

Finalmente, recuerden que las bodas son ocasiones de regocijo colectivo, en las cuales pueden suceder cosas de forma espontánea. No traten de que todo sea meticulosamente calculado. Planifiquen lo suficiente como para permitir que el regocijo y la alegría emerjan.

Planificando las reuniones pre-nupciales

Históricamente, el compromiso era el tiempo en el cual las parejas se preparaban para el matrimonio (no solamente para la boda). Dedicaban tiempo a conocerse, conocer a la familia, reunir los efectos que necesitaban para el hogar, y recibir consejos acerca del matrimonio. En la actualidad, muchas veces las parejas dedican el tiempo del compromiso a planificar una boda elaborada. No se toman el tiempo para conversar acerca de sus prioridades, sus metas, y la vida que habrán de llevar como pareja. Y con demasiada frecuencia, las celebraciones pre-nupciales se enfocan en los obsequios, en lugar de centrarse en celebrar junto a la familia y a los amigos.

Las reuniones y actividades previas a la boda pueden fomentar el crecimiento espiritual y el sentido de pertenencia en la comunidad. Planifiquen actividades que fomenten la interacción familiar. Pueden planificar una fiesta a la cual asistan amigos y familiares cercanos de ambos, y en la cual compartan historias sobre ambos, o compartan diferentes tradiciones. Por ejemplo, en una cena que es celebrada antes de la ceremonia, algunas parejas judías y sus familiares cenan pan y miel. El pan simboliza el sustento de la vida y la miel su encanto. De igual forma, en lugar de celebrar las despedidas de solteras tradicionales, muchas parejas prefieren invitar tanto a hombres como a mujeres. Los regalos no tienen que ser costosos, en especial si ya básicamente tienen lo que necesitan para su nuevo hogar. Los invitados pueden llevar obsequios hechos en casa, como por ejemplo, mermelada casera junto con la receta para confeccionarla, o una invitación para una cena especial a celebrarse en una fecha futura. Algunas parejas seleccionan un tema para la fiesta, como por ejemplo su libro favorito o una época; otras incorporan tradiciones familiares y étnicas en las diferentes reuniones. Por otra parte, siempre hay parejas que reconsideran la idea de una cena de ensayo, y optan por alguna otra celebración más sencilla, como un día de campo.

Marta y Francisco hicieron una fiesta de degustación de vinos para seleccionar el vino para la recepción; mientras que el grupo de la sociedad de damas de la iglesia organizó una fiesta de despedida de solteros para Olga y Miguel, a la cual asistieron tanto damas como caballeros. Como ya la pareja tenía casi todos los enseres y muebles para su nueva casa, los obsequios que le entregaron fueron artículos prácticos tales como: canastas con detergentes, plumeros, toallas de fregar, esponjas, trapeador, escoba, recogedor, etc.

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Vivimos momentos de mucha tensión y discusiones, los cuales amenazaban con opacar lo sublime del acto que llevaríamos a cabo. Con el propósito de no convertir la ceremonia en la cual sellaríamos nuestro amor en una burla, decidimos celebrar un servicio de reconciliación. Invitamos a nuestros familiares y al séquito nupcial a participar del ensayo en la iglesia. Luego de finalizar el ensayo tradicional, les invitamos a participar en un corto momento de oración, el cual giró en torno al tema de la reconciliación. Elevamos una oración en conjunto pidiendo perdón, y nos dimos el saludo de la paz. Al final, nos unimos de las manos para rezar el Padre Nuestro. Esta fue una parte muy importante de nuestra boda.

Nancy Parker Clancy, Troy, Michigan

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Dada la informalidad de nuestra boda, no hacía falta ensayar la noche anterior. En lugar del ensayo, tuvimos un juego de pelota entre ambas familias. Luego del juego compartimos un pastel y helado hecho en casa.

Carolyn Schrock-Shenk, Lancaster, Pennsylvania

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Luego de finalizado el corto ensayo, llevamos a los niños que participarían en la ceremonia a un restaurante de comida rápida donde se divirtieron jugando en el parque. De este modo, los compensamos por el tiempo que debían estar tranquilos en el altar durante la ceremonia.

Glorimar y Pablo Antonio Jiménez, Decatur, Georgia

Localidades/escenarios

Las bodas pueden celebrarse en cualquier lugar, desde una catedral hasta un parque. El dinero que gasten en pagar el local no es lo que hará que la boda sea especial. Conversen sobre este particular. ¿Es importante para ustedes celebrar la boda en una sinagoga o iglesia? ¿Qué tipo de escenario será más adecuado? ¿Hay algún lugar en particular que guarde un significado especial para ustedes? Si la iglesia juega un papel importante en sus vidas, será más apropiado celebrar la boda en una iglesia. Si tienen un interés común por algún lugar al aire libre, un parque, o un jardín botánico, ésta puede ser una alternativa adecuada.

A menudo el lugar de la ceremonia está estrechamente relacionada con el lugar de la recepción. Lo que pueden hacer sencillamente es celebrar tanto la ceremonia como la recepción en el mismo lugar. No obstante, algunos lugares pueden tener restricciones con relación a la música, bebidas, niños, etc. Decidan cuáles de estos detalles son verdaderamente importantes y asegúrense de hacer todas las preguntas que tengan. Por ejemplo, si desean seleccionar su propio menú, sería conveniente no seleccionar un restaurante o servicio de banquetes a domicilio en el cual sirvan un menú fijo. Igualmente, si piensan celebrar la boda al aire libre, no olviden tomar en consideración los muchos factores climáticos que estarán fuera de su control. Si llueve, o hace mucho sol y calor, o hay mucha humedad o mucho viento, tanto ustedes como los invitados estarán incómodos. No asuman que el clima estará "normal" el día de su boda. Yo he asistido a bodas al aire libre en el sur de California, donde normalmente el clima es seco, y ese día precisamente se ha establecido una nueva marca de humedad; en otro caso, había viento frío de invierno en una boda celebrada a finales del mes de abril. Celebramos nuestra boda a mediados de febrero, y resultó ser el día más frío del año, luego de cuatro semanas de clima moderado --esto es típico del invierno en el sur. Además, en oasiones, los invitados no pueden ver o escuchar con claridad lo que está sucediendo, o hay muchas distracciones, ya sea de ruidos o insectos.

A pesar de que les hablamos en forma algo desalentadora acerca de las bodas al aire libre, muchas han sido hermosas, y no han enfrentado mayores percances. Las reuniones en lugares tales como parques estatales, fincas, etc, en los cuales las personas tienen la opción de quedarse y pasar la noche, o donde puede planificarse una variedad de eventos, son bien acogidas. Si en realidad desean un lugar abierto, tengan en mente todas estas consideraciones, además verifiquen acerca de la disponibilidad de servicios sanitarios, especialmente para personas de edad avanzada. No escojan un lugar simplemente por su belleza. Consideren la posibilidad de escoger un sitio cerrado con una vista agradable.

A manera de tradición familiar, la recepción de la boda de José Samuel Navarro y Jeannette Rosario fue celebrada en el mismo lugar donde los hermanos y hermanas de ambos --ya casados-- celebraron la fiesta de recepción cuando contrajeron matrimonio. Por otro lado, Glorimar y Pablo Jiménez celebraron su boda en el templo de una iglesia Discípulos de Cristo localizada a pocos minutos del hogar de la familia de la novia. La recepción --íntima y sencilla-- fue celebrada en el salón de actos de la misma iglesia.

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Deseábamos que todos los miembros de la iglesia la cual pastoreo pudieran participar de nuestra boda, por lo que decidimos efectuar la ceremonia durante la hora en que normalmente se celebra la escuela dominical. De este modo, todos participaron y celebraron con nosotros nuestra alegría. Aún otros compañeros y compañeras del ministerio pudieron estar presentes en la ceremonia.

Pastora Laura Maldonado y César Colón, Toa Alta, Puerto Rico

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Nuestra boda fue celebrada al aire libre en el patio de la casa de mis padres. Los invitados se sentaron formando un círculo alrededor nuestro simbolizando que nos rodeaban con su amor y apoyo.

Margaret Yackel-Juleen, Dundee, Minnesota

Invitaciones

Las revistas de novias, las imprentas, y las presiones consumeristas les llevarán a pensar que unas invitaciones grabadas son una necesidad imperiosa. No obstante, las invitaciones con bordes dorados, papel de seda y varios sobres pueden ser muy costosas y a la vez perjudiciales para el medio ambiente. Existen alternativas. Consideren confeccionar sus propias invitaciones. Pueden escribirlas a mano o a máquina e incluir la información necesaria y relevante. Para añadir un toque personal, incluyan un poema o un corto ensayo expresando sus sentimientos acerca del matrimonio. Pueden fotocopiar las invitaciones o llevarlas a imprimir a alguna imprenta. Si es posible, utilicen papel reciclado, para mostrar su preocupación por el medio ambiente.

Las invitaciones usualmente incluyen tanto los datos de la ceremonia como de la recepción. Son una buena oportunidad para comunicar información relacionada con el evento. Si van a invitar a los miembros de su iglesia, pueden anunciar la boda en el boletín de la iglesia o en el tablero de anuncios. Si va a ser una boda pequeña, pueden ofrecer invitaciones verbales.

Sean específicos en los diferentes detalles, de modo que las personas puedan hacer sus planes. Por ejemplo, si planifican una recepción con baile o una ceremonia larga, déjenselo saber a los invitados. Muchas personas piensan que todas las ceremonias duran veinte minutos y las recepciones una hora. Pueden incluir alguna información acerca de hoteles para los invitados que viajen desde otras ciudades. Consideren dar las direcciones para llegar al lugar de la ceremonia, recepción, etc. Si planifican una cena informal, pueden considerar incluir algunas sugerencias del tipo de platillos que pueden aportar, y el lugar a donde deberán llevarlo.

Quizá también deseen lidiar con el asunto de los obsequios. Muchas parejas prefieren incluir una nota, ya sea en el texto de la invitación, o en una pequeña tarjeta aparte, en la cual le hagan saber a las personas que reciban la invitación cuál es su preferencia con relación a los obsequios. La sección de obsequios, más adelante en este capítulo, les ofrecerá varias ideas sobre este particular. De igual forma, si planifican invitar personas con niños, y van a ofrecer cuido para ellos, incluyan una nota en sus invitaciones con estos datos. Asegúrense de pedirles que notifiquen con anterioridad si los niños habrán de asistir, la cantidad y las edades, de modo que puedan cerciorarse de que haya suficientes personas para cuidarlos.

Consideren otros tres apsectos. En primer lugar, si así lo desean, pueden informar a las personas sobre el cambios de apellidos. En segundo lugar, si desean incluir los nombres de sus padres y madres en la invitación, consideren mencionar solamente el nombre sin los apellidos. De este modo, los invitados sentirán más familiaridad. Finalmente, alguna forma de respuesta (R.S.V.P.) es indispensable en la planificación de la recepción. Encontrarán una diversidad de ideas con relación a materiales insertados en las invitaciones. Yo hice una gran variedad de tarjetas para incluir con las invitaciones, utilizando la letra itálica en mi computadora, y las imprimí en un papel grueso de color crema en una impresora láser. Otra alternativa es organizar una "fiesta" de invitaciones y pedirle a varias amistades que les ayuden en la tarea de elegir.

Ejemplo de una tarjeta insertada en una invitación

Anne Sensenig y Daniel Erdman

1. ¿Podría usted asistir a nuestra boda? ____ Sí ____ No

2. Si puede asistir, ¿cuántas personas le acompañarán? _____

3. Si las condiciones del tiempo lo permiten, ¿le interesaría practicar un deporte? (Traiga ropa apropiada, por si acaso) ____ Sí ____ No

R.S.V.P. (Respondez, s'il vous plait) antes del 15 de mayo. Gracias.

Planificamos desarrollar la ceremonia al aire libre, de modo que la vestimenta es semi-formal. Serviremos un almuerzo ligero.

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Sandra y Rafael dividieron su listado de invitados entre los familiares y amigos cercanos, y estos fueron quienes invitaron personalmente a las demás personas, a través de una llamada telefónica. Esto fomentó el nacimiento de nuevas relaciones de amistad por medio de las conversaciones telefónicas.

Flores y decoraciones

Al decidir sobre decoraciones para la ceremonia y la recepción piensen en el ambiente que desean crear. Si desean tener flores, consideren cortarlas del jardín. También pueden utilizar flores de seda, las cuales podrán incluir en la decoración de su futuro hogar. Recientemente, mi hermana confeccionó unos arreglos de mesa con flores de seda para una boda. La pareja le obsequió los arreglos a diferentes personas que asistieron a la boda. Otra opción es donar las flores a un hospital o asilo de ancianos al finalizar la boda. Las flores de seda, al igual que las plantas duran aún después de finalizada la celebración.

Algunas parejas colocan globos y pancartas para crear un ambiente festivo. Otras prefieren el ambiente de tranquilidad creado por unas velas. Si planifican una boda al aire libre, la belleza de la naturaleza puede ser más que suficiente. Nuestra boda fue celebrada en el campo de golf donde mi esposo trabajaba. El área estaba rodeada por altos pinos y un hermoso lago. La belleza de la creación era todo lo que necesitábamos para crear un ambiente propicio. No importa su decisión, recuerden que no tienen que gastar mucho dinero para crear un ambiente festivo. ¡Usen su imaginación!

Habíamos escuchado tantas historias de horror sobre bodas en las que las flores costaron cientos y miles de dólares, que decidimos hacer algo que fue tanto divertido como práctico. Antes del ensayo y de la posterior cena, reunimos a todos los parientes y amigos que habían viajado desde otras ciudades para asistir a la boda, y los llevamos al DeKalb Farmer's Market. Cada persona escogió un ramillete de las flores que más le llamaron la atención...Al regresar a la casa, convertimos la cocina en una floristería (o tal vez en una pesadilla). Habíamos colectado varios floreros, tanto de nuestra casa como de las casas de muchos amigos, y todos nos unimos para preparar arreglos y ramos. Fue una buena oportunidad para que las personas que no se conocían pudieran compartir. No solamente muchos hicieron nuevas amistades, y los que no se habían visto en muchos años pudieron compartir, sino que también disfrutamos de una noche divertida.

Ann B. Houghton y Vincent E. Brown, Atlanta, Georgia

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La hermosa vegetación y las flores silvestres que rodeaban el campamento donde celebramos nuesta ceremonia fue la mejor decoración que pudimos haber tenido.

Evangelina Pérez y Juan José Díaz, Ridgefield Park, New Jersey

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Una de las decisiones iniciales que tomamos fue que no deseábamos tener flores. Una de mis compañeras de trabajo se distinguía por la confección de pancartas. Conversamos con ella acerca del concepto de lo que sería nuestra boda, y le pedimos que nos confeccionara una pancarta. La pancarta fue colocada al lado del altar, y fue el punto de enfoque durante la ceremonia.

Alice Ann Glenn, Monterey, California

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Adornamos el salón de la recepción con globos y fotos nuestras, tomadas previamente, y las cuales habíamos enviado a ampliar. Colocamos canastas de frutas frescas en las mesas; algunas de las canastas ya las teníamos en nuestras casas, y otras nos las dieron algunos amigos. Pinté las canastas con pintura en aerosol en tonos violeta y las adorné con lazos y flores pequeñas. Además, en lugar de tener un libro para que los invitados firmaran a su llegada, preparamos un afiche, el cual colocamos en la pared, y en el cual las personas escribieron sus pensamientos y deseos para nosotros. Luego de la boda, enmarcamos el afiche, y ahora forma parte de la decoración de nuestro hogar.

Glorimar y Pablo Antonio Jiménez, Decatur, Georgia

Vestimenta

Muchas parejas emplean mucha energía y tiempo en decidir la vestimenta que utilizarán en la boda. Por lo general, hay dos líneas de pensamiento. Muchos piensan que, dado que la boda es un evento especial, necesitan ropa fuera de lo común. Una amiga me explicaba la razón por la cual escogió su elaborado vestido, diciendo: "es el único momento para lucir especial". Era importante para ella lucir especialmente bella. Un familiar me dijo una vez que los tuxedos se utilizaban porque muchos hombres vestían chaqueta y corbata a diario. Otras personas piensan que lo importante no es cómo luzcan, sino el compromiso que harán, por lo cual es más importante lucir natural. Cuando planificamos nuestra boda, decidí no utilizar un vestido elaborado porque no iba con mi forma de ser.

El comprar un vestuario especial no siempre ha sido una tradición. Hasta mediados del siglo XIX, aún las personas adineradas pensaban que era una extravagancia comprar una pieza de ropa para utilizarla solamente una vez. Si no desean gastar mucho dinero en ropa que no van a volver a utilizar, consideren varias alternativas. Algunas novias visten un traje confeccionado por algún familiar o amigo, o utilizan el mismo vestido que utilizó la madre en su boda. Los novios no tienen necesariamente que rentar un tuxedo, sino que pueden vestir de chaqueta y corbata. Algunas personas deciden utilizar vestidos que puedan volver a utilizar en otras ocasiones; otros usan vestuarios que reflejen su procedencia étnica. En lo que a la vestimenta del séquito nupcial se refiere, es recomendable seleccionar vestidos que puedan volver a utilizar en otras ocasiones. Los vestidos no tienen necesariamente que ser todos iguales. Las dos damas que desfilaron en mi boda utilizaron unos vestidos que ellas mismas seleccionaron. Nos reunimos una tarde y fuimos de tiendas, con la idea de ver algunas modas y tener una idea del tipo de vestido que preferían. De forma sorprendente, aunque no se conocían anteriormente, ambas estuvieron de acuerdo en cuál era el vestido que preferían desde el momento en que lo vieron. Era un vestido sencillo pero elegante, el cual cada una podría volver a utilizar luego de la boda para diferentes ocasiones. Lo más importante es que recuerden que no van a un desfile de modas. El compromiso que harán como pareja es más importante que el vestuario que lleven. Simplemente, asegúrense de utilizar ropa cómoda, que les permita moverse fácilmente. Esta regla también aplica al séquito nupcial.

(SIDE)

Utilicé el mismo traje que vistió mi mamá en su boda. Se le hicieron varias alteraciones para añadirle en las mangas los encajes del traje de novia de mi suegra. Tenía además una sobrefalda removible confeccionada del material del traje de mi suegra. Llevé en mis manos la Biblia que llevó mi mamá en su boda, dentro de la cual estaba el pañuelo de la boda de mi abuela.

Alice Ann Glenn, Monterey, California

Anillos

La costumbre de entregarle un anillo de compromiso a la novia evolucionó de los tiempos cuando el novio daba una especie de pago por adelantado a la familia de la novia al concertar la boda. Cuando el Papa Inocente II declaró --en siglo XIII-- que debería observarse un período entre el compromiso y el matrimonio, comenzó a hacerse popular la costumbre de utilizar un anillo de compromiso. La tradición de la sortija con un compromiso de diamante comenzó en 1477 cuando Maximiliano de Austria le regaló un diamante a María de Burgundy para celebrar su inminente matrimonio. Mientras que en el pasado la gente presenciaba ceremonias matrimoniales en las cuales solamente la novia recibía un anillo, las ceremonias en las cuales ambos reciben un anillo se han ido popularizando cada vez más. Los anillos no tienen necesariamente que ser de oro y diamante. Algunas parejas intercambian anillos que pertenecieron a sus padres o llevan una pieza al joyero para que confeccione una nueva con el mismo material. Otras parejas encuentran hermosos anillos en casas de antigüedades. No es imprescindible intercambiar anillos. De acuerdo a sus preferencias pueden seleccionar otros simbolismos, tales como una cadena con un pendiente.

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Mi esposo utilizó el anillo de bodas de mi abuelo y yo utilicé el anillo que mi padre le dió a mi madre. El anillo de compromiso que me dió mi esposo era de su madre, el cual data del 1920.

Alice Ann Glenn, Monterey, California

Comida

Dado que la comida es parte de nuestra vida diaria, las personas que planifican las bodas asumen que no habrá mucho problema sobre este particular. Este es un gran error pues la comida para una boda puede ser toda una tarea. Por esta razón deben prestar especial atención en la planificación, preparación, y presentación de los alimentos, ya sea una cena sencilla o un banquete. Contratar un servicio de comidas a domicilio es una forma fácil de lidiar con el problema, pero muy costosa e impersonal. Pueden pedirle a alguna persona con habilidades culinarias que coordine este aspecto de la boda. La pareja pagará los gastos de la comida, pero no tiene que pagar por la elaboración. Otra opción es pedirle a un grupo de amistades --de seis a doce-- que planifiquen, preparen, o contribuyan en la organización de la comida. Cuando celebramos una boda en presencia de otras personas, estamos creando una comunidad de testigos para este importante evento. Pueden extender la celebración y estrechar los lazos de esta comunidad permitiéndoles proveer la comida para la recepción. Otras opciones incluyen el notificarles a los invitados que celebrarán una cena informal luego de la ceremonia y pedirles que aporten un platillo.

Sea cual sea la opción que seleccionen, recuerden que la comida debe añadir a la celebración, no restarle. Si deciden pedirle a una persona que coordine la comida, tomen en consideración el tiempo necesario para la preparación. No tienen necesariamente que servir una comida costosa y elaborada.

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Mi papá, quien posee excelentes habilidades para la repostería, confeccionó el pastel para su boda.

Loida Martell-Otero, Bronx, New York

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El grupo de amistades de la confraternidad de adultos solteros a la cual asistíamos antes de casarnos, organizó --junto con mi suegra-- la celebración. Cada persona aportó un platillo diferente, y mi suegra confeccionó el pastel de bodas.

Evangelina Pérez, Ridgefield Park, New Jersey

Entretenimiento

En adición a la comida, el entretenimiento usualmente es un elemento importante en las bodas. Muchas parejas deciden tener música, ya sea un pianista, una banda, o un locutor o locutora. Pueden obtener nombres de locutores aficionados en la cámara de comercio local, escuelas, y grupos cívicos. Otras personas pueden sugerirle otros nombres. Al decidir sobre la música, traten de ofrecer selecciones para todos los gustos y edades. Consideren, además, incluir música étnica, o que haya sido parte de la tradición familiar. Conozco una pareja que contrató unos bailarines folklóricos para dirigir el baile en la recepción. Muchas formas de entretenimientos cuestan poco, o casi nada de dinero. Como lo han hecho otras parejas, pueden motivar a los invitados a practicar un deporte, o diseñar un juego en el que compartan historias y memorias. Sus opciones son ilimitadas.

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En la boda de Sandra Ivette Maldonado y Roger Ponce, los invitados tuvieron la oportunidad de cantar al compás de las melodías que el grupo musical invitado entonó. De forma similar, en la boda de su hermana Laura Estrella, los invitados se unieron al grupo y entoraron el cántico "Aleluya", convirtiendo el momento en uno de gran emotividad.

Fotografías

Cuando de fotografías se trata, busquen hacer un balance entre lo sagrado y lo profano. Por un lado, la boda, especialmente la ceremonia, es uno de los eventos más memorables y sagrados que tendrá lugar en sus vidas. El momento de mirarse a los ojos y compartir sus votos es un instante de profunda emoción. A veces, mientras que espero en una esquina para tomar la siguiente foto, me ha sucedido que me invade la emoción que llena el lugar. En mi experiencia, no creo que deseen perder esta parte. Por otro lado, probablemente desearán grabar el momento de alguna forma especial como recuerdo de tan importante evento, y de las personas que compartieron el mismo.

Ya sea que contraten a un fotógrafo profesional o aficionado, les recomiendo que eviten estas dos situaciones. La primera es el síndrome del "turista de vacaciones". Este sucede cuando las personas están tan ocupadas posando o tomando fotos que olvidan disfrutar de la ocasión. Sólo reviven el momento mucho más tarde. Su boda será memorable, no porque tengan fotos con poses perfectas, sino porque habrán disfrutado cada momento. Pongan sus energías en casarse, no en grabar el momento. Se divertirán más de esta forma. Eviten, además, el síndrome de "la extravagancia de Halloween". Si tienen un fotógrafo con su asistente y un grupo tomando video, se convertirá en una especie de circo. Una amiga personal fue a fotografiar una boda en la cual la familia había asignado a otras personas más para tomar video. Me contaba que se podía escuchar claramente a uno de los hombres en la parte posterior dándole instrucciones por medio de un intercomunicador a otro camarógrafo que estaba al frente. Aún cuando esto se haga de forma ordenada, siempre da la impresión como si estuvieran en un estudio de grabaciones.

En lo que a bodas se refiere, existen muchas alternativas para aminorar el impacto en el carácter y la tónica de la boda (al igual que al bolsillo). Algunas de estas alternativas son las siguientes:

  1. Busquen un amigo que tome fotos. Pueden pedirle esto a alguna persona que se considere un serio aficionado. La persona debe estar dispuesta a pasar gran parte del tiempo durante la boda tomando fotos, ya que no podrá disfrutar de la boda como los demás invitados.
  2. Pídanle a varios amigos designados que tomen fotos instantáneas. Luego pueden agrandarlas o hacer copias.
  3. Contraten a un profesional. Muchas personas prefieren esta alternativa por sus ventajas: calidad consistente, cobertura completa, experiencia, y la comodidad de tener solamente a una persona a cargo de las fotos. Deben recordar que un buen fotógrafo cuesta dinero. Presupuesten entre $400 a $1,500 dependiendo de la oferta que seleccionen. Para encontrar un profesional que les satisfaga, pidan recomendaciones a personas que se hayan casado y vean sus fotos. Pregunten acerca de cómo trabaja la persona, y si toma en consideración los deseos de la pareja.
  4. Otra opción es contratar a un profesional para tomar fotos de la forma que ustedes deseen, y soliciten que les entrege el rollo de película al finalizar la boda. Le pagarán una tarifa fija de entre $200 a $400 en adición al costo de los rollos de película. Ustedes revelan las fotos y las reproducen de acuerdo a su gusto. A muchos profesionales no les agrada esta práctica, pues ganan más dinero vendiendo las copias y los álbumes.

Esto nos lleva a la pregunta: ¿Qué es realmente lo que desean? Existen infinidad de variedades de álbumes disponibles, en diferentes tamaños y con todo tipo de adornos. Muchas veces las parejas se fijan más en los adornos y pagan exhorbitantes sumas de dinero. Tomen tiempo para pensar sobre esto con anticipación. Consideren si desean un álbum grande. La mayor parte de las veces, van a parar a una gaveta o armario, al igual que las medias y camisetas. Posiblemente un album tamaño 4x5 sea más adecuado, y algunas ampliaciones para colocar en la pared. Otra alternativa es preparar su propio álbum para ustedes y para sus padres. Recuerden que la decisión es suya. El negocio de los fotógrafos es vender. Pregúntense: "De aquí a diez años, ¿qué vamos a necesitar, en términos de fotografías, para recordar nuestra boda?"

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En la boda de su hija Roseanna, Pietro Angiola le solicitó a los invitados que llevaran sus cámaras fotográficas de 35 milímetros. A la entrada, colocó una enorme canasta con rollos de película, los cuales las personas recibieron a su llegada. Luego de terminar de tomar las fotos, cada persona devolvió el rollo a la canasta. Muchas personas utilizaron más de un rollo para tomar fotos, lo cual les permitió tener una amplia variedad de fotos para el álbum de la pareja.

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Como regalo de bodas, un buen amigo de la familia --aficionado a la fotografía-- tomó las fotografías de la ceremonia y la recepción. La mayoría de las fotos fueron informales y casuales, lo cual permitió captar la alegría y espontaneidad del momento.

Pastora Laura Maldonado y César Colón, Toa Alta, Puerto Rico

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Colocamos una cámara de video en un área del salón donde celebramos la recepción, y le pedimos a los invitados que grabaran sus mensajes y deseos para nosotros. De este modo, a través de los años, podemos escucharlos y rememorar el momento.

Michelle DeLoach Harper , Forest Park, Georgia

Obsequios

Recientemente, una vecina nos ofreció donar cinco sartenes eléctricos para nuestra alacena en el hospedaje de estudiantes internacionales. Estaba muy agradecido pero no pude evitar preguntarles: "¿Por qué cinco?" Ella respondió: "Porque tengo cinco. En realidad tenía siete, pero me voy a quedar con uno y otro ya se lo regalé a otra persona." Esta señora y su esposo han estado casados durante diez años, la misma cantidad de tiempo que habían tenido los sartenes almacenados en el ático, los cuales recibieron como regalos de boda.

Cada año se gastan alrededor de $200 millones de dólares en obsequios de bodas. Debemos considerar la forma en que damos regalos. En el pasado, los obsequios eran esenciales para la vida familiar de la pareja que se casaba; representaban el apoyo de la comunidad que les rodeaba. En muchos lugares y circunstancias éste es el caso aún. Si la pareja en realidad necesita artículos materiales, es apropiado dar regalos que muestren respeto y consideración, tanto hacia la pareja como hacia el medio ambiente. Consideren obsequios que sean tanto útiles como bonitos. Pueden dar regalos confeccionados por artesanos o por la misma persona que los obsequia. Otra alternativa es que un grupo de personas se unan para comprar un regalo que la pareja necesite pero no puedan costear, como por ejemplo, enseres eléctricos, muebles, etc. Por otro lado, dada la solvencia económica de algunas personas en nuestra sociedad, muchas veces no existe una necesidad real de colmar a los novios de sartenes y ollas. El número de primeros y segundos matrimonios en los cuales la pareja ya se ha establecido va en aumento. Cuando me casé por segunda vez, mi esposa y yo teníamos todo lo que necesitábamos para establecer nuestra casa y vivir cómodamente. En este caso, podemos ejercer una buena mayordomía y dar regalos apropiados a la ocasión.

La iniciativa de dar regalos diferentes no recae solamente en la persona que obsequia. Al planificar su boda, las parejas pueden expresar sus creencias sugiriendo regalos que verdaderamente necesiten, u organizaciones a las que pueden enviarse donativos en su honor. Al aconsejar a una pareja, el ministro debe incluir el tema de los regalos apropiados. No podemos continuar practicando lo que la cultura consumerista nos inculca. Existen alternativas. Los criterios para los obsequios van más allá de cumplir con la "etiqueta". Pueden representar el patrón de nuestras vidas como pareja, ya sea de "recibir" o de "compartir". La boda es el mejor momento para expresar nuestra conexión con la extensa red que es la vida y el amor, y que llamamos creación.

(SIDE)

Como regalo de bodas, mi mamá --quien siempre ha tenido habilidad para las artes manuales-- confeccionó las invitaciones, recordatorios, y cubiertas para los programas de la ceremonia y el registro de invitados. La hermana de mi esposo escribió a máquina el contenido del programa y del registro de invitados.

Madeline Galarza, Toa Alta, Puerto Rico

Una nota final

Existen otros temas que quizá desearán discutir también, tales como:

quién pagará los gastos de la boda, los edecanes y ujieres para la iglesia y la recepción, el cuido de los niños, el brindis, el corte del pastel, la línea de recepción para los novios, el lanzamiento del ramo y la liga, el baile, el libro de firmas de los invitados, las notas de agradecimiento, y la luna de miel.

Finalmente recuerden que no importa lo mucho que planifiquen, ninguna boda es perfecta. Recuerdo que, dos semanas antes del día de nuestra boda, mi mamá y yo fuimos a la lavandería a recoger mi vestido de novia. Este vestido me lo había prestado una hermana de la iglesia, quien confeccionó el mismo para la boda de su hija unos meses antes. Cuando regresamos a la casa y me probé el vestido, nos dimos cuenta de que, luego de limpiarlo en la lavandería, el vestido había encojido. No había forma de solucionarlo pues ya se le habían hecho los ajustes necesarios. Ante la desesperación y el coraje, no tuvimos otra alternativa sino ir a comprar un vestido nuevo. Luego, para el momento del brindis en la recepción, habíamos comprado varias botellas de "Crystal Pepsi" --no era apropiado utilizar ningún tipo de bebida con alcohol en el salón de actos de la iglesia-- pero no fueron suficientes. Los miembros del séquito y unas pocas personas más brindaron por la felicidad de los novios ¡con agua! Pero lejos de causarnos malestar o preocupación, fue un episodio gracioso e inolvidable. De modo que, aunque las flores se marchiten o la comida se enfríe, su boda será "la mejor," pues celebra la unión de dos personas que se aman. Esperamos que estas ideas les inspiren y les ayuden a crear una celebración única e inolvidable. Déjennos saber como les fue en su boda. Quizás podamos narrar sus experiencias en futuras ediciones de este material.

 

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